Cuantos conceptos que estaban guardados en algún lugar de mi cabeza me hicieron revivir los textos de Alejandro Piscitelli “La web como ecosistema virtuoso/vicioso” y Ducan Watts “Seis grados de separación. La ciencia de las redes en la era del acceso”, Barcelona Paidós 2006. Conceptos como redes distribuidas, centralizadas y descentralizadas, router, nodos, topologías, grafos, grafos conexos, probabilidad 0 y 1, demostración, componente conexa, punto crítico entre otros. Los dos autores, a partir de esos conceptos, nos aproximan a los conceptos de red, web e internet de la siguiente manera:
- Para Alejandro Piscitelli es importante comenzar con los orígenes de la red, haciendo referencia en su texto al creador de la red, Paul Baran, quién da sus primeros pasos después de ser “contratado por el gobierno de USA en 1946 para diseñar un sistema de comunicaciones que fuera capaz de detener un presunto ataque nuclear soviético.” Es acá donde se comienza a hablar de redes distribuidas, centralizadas y descentralizadas. Descartando por su alta vulnerabilidad las dos últimas y aceptando como estructura ideal la primera, por su alto grado de redundancia, concepto importantísimos para el encriptado y desencriptado de los mensajes.
Luego nos muestra el crecimiento inconmensurable de la web y sus regularidades subyacentes.
- Por su lado Ducan Watts, hace una definición muy básica. La define como “una colección de objetos relacionados de un cierto modo entre sí”, haciéndola en páginas superiores, más extensa y completa llegando así al concepto de redes sociales. Para las cuales expone: “… las redes representan poblaciones de componentes individuales que, de hecho, hacen algo, es decir, generan, por ejemplo, electricidad, envían datos o incluso toman decisiones. Si bien la estructura de las relaciones entro los componentes de la red es interesante, su importancia estriba sobre todo en que afecta tanto a su comportamiento individual como al comportamiento del sistema como un todo. En segundo lugar, las redes son objetos dinámicos no porque las cosas sucedan en un sistema en red, sino porque las redes mismas evolucionan y cambian con el tiempo, impulsadas por las actividades o las decisiones de aquellos mismos componentes.”
Considero importante y necesario, antes de continuar con todo este análisis, exponer, las dos corrientes técnicas que los analistas de las redes sociales han desarrollado (Watts, Ducan. Seis grados de separación. La ciencia de las redes en la era del acceso. Barcelona. Paidós, 2006):
- 1º Corriente: Se ocupa de las relaciones entre la estructura de una red y la estructura social correspondiente, según la cual los individuos pueden diferenciarse por su adquisición a grupos o por sus papeles socialmente diferentes.
Las redes son la rúbrica de la identidad social; los patrones de relaciones entre individuos son una representación que esquematiza las preferencias y las características subyacentes de los propios individuos.
- 2º Corriente: Orientación más mecanicista. Se considera que la red es un conducto para la propagación de la información o el ejercicio de la influencia, y el lugar de un individuo en el patrón general de relaciones determina la información a la que tiene acceso o, en consecuencia, a quién se halla en posición de influir.
El papel social de una persona, por lo tanto, depende no sólo de los grupos a los que pertenece, sino también de las posiciones que ocupa en el interior de ese grupo.
De esta manera, dejo plasmado aquí mi adhesión a la 1º corriente dado que, viendo la realidad de las redes sociales no creo que sólo sirvan para propagar información, y/o influir en el otro, sino que vas más allá de eso. Hoy las redes sociales sirven para la comunicación, entendiéndose ésta como la define Bateson “conjunto que incluye a todos los procesos a través de los cuales la gente se influye mutuamente: un más allá del cuerpo que traspasa el perímetro biológico mediante extensiones de la mente, que en su alcance comunicativo, mediante los efectos de esas extensiones y de sus trazas informativas, se convierten en puntuales y vigas de cohesión psicológica y social, de interacción, identidad y pertenencia a un contexto dado” y para establecer lazos afectivos y acortar las distancia, siendo esto último, principio fundamental en lo que se basa lInternet.
Por otro lado, David de Ugarte, en el prólogo de su libro “El poder de las redes. Manual ilustrado para personas, colectivos y empresas abocados al ciberactivismo” menciona la distinción que hace Paul Baran entre las tres formas de red, explicando cada una de ellas de manera muy simple y deteniéndose en la arquitectura de una red distribuida. La cuál se asemeja a una enredadera o rizoma ya que existen formas alternativas de llegar de un nodo a otro, conformando así una pluriarquía y dejando atrás las jerarquías de los nodos. Siendo un ejemplo magnífico de estas redes de distribución la blogosfera, la cual tiende a eliminar la separación emisor/receptor (es una red donde todos pueden publicar).
En la primera parte de su libro comienza introduciéndonos al mundo de las redes sociales. La hace aplicando los conceptos de Baran de manera metafórica “si Baran se imaginaba ordenadores en los puntos que unen los segmentos, nosotros imaginaremos la mayor parte de las veces personas e instituciones. Si Barán imaginaba conexiones como líneas y cables de teléfono, nosotros veremos en ellas relaciones entre personas” y exponiendo la importancia que tiene estos tipos de redes “lo que define una red distribuida es, como dicen, Alexander Bard y Jan Söderqvist, que todo actor individual decide sobre sí mismo, pero carece de la capacidad y de la oportunidad para decidir sobre cualquiera de los demás actores.” Y continúa diciendo “lo importante es que, en un sistema de este tipo, las tomas de decisiones no es binaria. No es sí o no. Es en mayor o menor medida. Alguien propone y se suma quien quiere.”
Hoy todos somos lectores/escritores. La “publicación” no es un lujo de algunos. Hoy todos tenemos la posibilidad de “colgar” en la red todo tipo de información y material. Ser dueños y estar con lo “prestado” es algo cotidiano. En donde el plagio es moneda corriente. Hoy se habla de post, de trabajo colaborativo y cooperativo, de blog, Wiki, etc. Pero estos conceptos ya forman parte de otro capítulo del libro de David de Ugarte, el de la Web 2.o: una verdad incómoda.
Y siguiendo con el recorrido, ya llegando al final y como si todo esto fuera poco, nace el concepto de la Web 2.1, la cuál es definida por David de Ugarte “El poder de las redes. Capítulo: Hacia donde apunta la Web 2.1”, como “una red de usuarios que crean y publican reciclando una y otra vez los materiales de su red.”
Me pregunto ¿hasta cuándo y cómo seguirán creciendo las utilidades y servicios que nos ofrecen en la red? ¿A cambio de cuánto y qué cosas? Hace unos meses atrás, sin ir más lejos, haciendo el análisis de otro módulo, me hice la misma pregunta creyendo que para cambiar de la Web 2.0 a otra, hoy llamada Web 2.1, iba a pasar un tiempo estimado en años, en el cual, quizás yo ya fuera madre. Pero he quedado sorprendida y hasta con escalofríos al ver estos cambios tan vertiginosos. Fue cuestión de meses para dar un giro en tecnología y servicios en red.