Experiencia Pampeana de Matemática on-line

A continuación les dejo el informe de una experiencia virtual a cargo del Prof. Fernando LÓPEZ GREGORIO en el espacio curricular Matemática del Colegio Santo Tomás de Santa Rosa - La Pampa, realizada con alumnos de 1º Polimodal en la cual se enseñó el uso de WinFun (Funciones para Windows).
Que la disfruten...

El lunes, durante el trabajo en clases que (a pesar de saberlo de antemano) noté que era tedioso, pesado e inútil en virtud de las posibilidades que tiene la tecnología para sacar cuentas, invité a los alumnos de primer año de polimodal a tener el día martes una clase virtual sin ningún tipo de obligación, en la que les enseñaría a usar un sencillo programa de computación que les permitiría graficar funciones como las que tenemos que hacer para la resolución de la guía práctica. Pareció que había algunos interesados por lo que decidí mandarles previamente el programa vía e-mail para que lo tuvieran antes de la clase y para que probaran si todo andaba bien.
A las 8 de la noche fue la cita para empezar 8 y cuarto, en un movimiento que fue muy interesante ya que desde las 20 controlé si los que estaban esperando la clase tenían el programa y les andaba correctamente, cosa que no era así. Le pregunté a cada uno si todo estaba listo. Algunos estaban sin ningún problema. Pero también mandé el programa a una alumna que no lo había recibido previamente, ayudé a otra a instalarlo y a las 8:15 largamos puntualmente con todos listos. A pesar de esto, un par de alumnas no pudieron seguir la clase, por problemas tecnológicos una de ellas y la otra por haber llegado tarde y quedar bastante atrasada en virtud de ello.
Pero comentaré lo acontecido con los que pudieron seguir adelante:
Comenzamos con saludos en un muy buen clima hablando de varias cosas mientras en forma privada iba controlando si todos estaban listos según lo dicho más arriba.
Un alumno se notaba muy entusiasmado y con gran expectativa.
Cuando comenzamos les comenté las partes principales de la ventana del programa y cómo colocar unas funciones sencillas como para comenzar. Vieron la primera gráfica sin mayor dificultad y agregamos guías para visualizar mejor la gráfica. Algunos parecían que tenían cosas sin entender y entre todos hacíamos bromas en un excelente clima.
Vimos cómo buscar raíces de una función (cosa que ya habíamos hecho en clase) y ya comenzaron sus especulaciones yendo más allá de lo que íbamos haciendo. O sea que estaban “enganchados” y siendo activos en sus aprendizajes.
Las gratas sorpresas que se llevaron a la hora de ir descubriendo las prestaciones del programa que estábamos analizando eran notorias y no escatimaban comentarios al respecto.
Cambiamos la función y ellos comenzaron por su cuenta a usar las aplicaciones que ya habíamos visto y les enseñé algunas nuevas. Ellos mismos intentaban usar nuevas cuestiones que aún no hemos visto en clases (y que exceden al curso en el que estamos) por lo que les dije que lo dejaran para otro momento y los llevé a algo distinto.
En medio de esto ocurrió algo raro: Entró a la conversación un alumno de otro curso, seguramente invitado por alguno de los que estaban en la charla, pero hizo un par de comentarios a los que nadie le prestó atención y él solo se fue de la conversación al sentirse desubicado en relación a lo que estábamos haciendo. Esto lo remarco por el alto grado de atención que estaban dedicando al trabajo que llevábamos a cabo.
Pasamos a graficar dos funciones juntas. Entonces les pedí que dibujaran dos en particular para que la máquina les mostrara el punto en el cual se intersectaban. Estaban ansiosos por aprender más y querían ir rápido, aunque yo intenté llevarlos a buen ritmo para no perder a nadie y creo haberlo logrado.
En este punto vimos cómo cambiar la escala del gráfico y lo hicieron ayudándose unos a otros para entender el trabajo. También acá se anticipaban a lo que teníamos que hacer y quedaron muy conformes con lo que podían hacer con el programa.
Después de resolver el punto en particular les comenté que lo que habíamos hecho era la prueba que tanto les había costado un par de semanas atrás.
Terminado el particular pasamos a hacer la tarea que teníamos para el viernes. Cuando íbamos a empezar se notaban con muchas ganas y apurados por ver cómo hacer lo que tanto trabajo les estaba costando en clases. Pero habíamos perdido a una de las chicas porque se le había “colgado” la máquina y se reincorporaba en ese momento. Pidió un momentito porque andaba con complicaciones tecnológicas. Mientras esperábamos otra de las chicas dijo que estaba guardando la conversación para pasársela a otra alumna, aquella que no pudo participar por problemas tecnológicos mencionados al comienzo de estos comentarios.
El compañerismo que había en este trabajo se notó cuando una alumna dijo que siguiéramos ya que tenía dificultades técnicas y yo les pregunté a los demás si la podíamos esperar. Enseguida TODOS respondieron que no había apuro. Aproveché para ir hacer algunas cositas en mi casa y cuando volví todos habían avanzado probando cosas. Tuvieron una sorpresa inesperada y empezaron a conjeturar. Cuando volví les dije que les pasaba por apurados pero los alenté a seguir adelante intentando cosas nuevas. Vimos qué había pasado, solucionamos el problema y continuamos.
Acomodamos todo para que tuvieran hecha la tarea que precisaban para el viernes y aprendieron rápido nuevas cosas. Ahí se dieron cuenta de la potencia de este programa que en menos de 1 hora había hecho lo que a ellos les había llevado hacer un módulo de clases y mediante cuentas cansadoras.
Siguieron preguntando qué pasaría si tal o cual cosa, a lo que les dije que esa sería su labor ahora: investigar, probar, suponer y comprobar con el programa las cosas que iríamos viendo en clases.
Hicieron algunas preguntas más, se fueron contestando entre ellos, pregunté por el programa y por la clase. Quedaron muy contentos con ambas cosas. Nos despedimos y el viernes vi a casi todos ellos con los trabajos hechos con el software aprendido.

Prof. Fernando LÓPEZ GREGORIO